Los jardines verticales en fachadas de edificios representan una solución innovadora para aumentar la superficie vegetal en entornos urbanos densamente poblados. En el caso de los jardines verticales para la naturalización de la M-30, según explicó la jefa de obra de Lantania María del Prado Rodríguez García, se implementaron jardines verticales en 415 metros lineales y 3200 m² de superficie. Este enfoque no solo contribuye a la estética urbana, sino que también ofrece beneficios ambientales significativos, como la reducción del efecto isla de calor, la mejora de la calidad del aire y la absorción de CO2.
Para garantizar la viabilidad y seguridad de esta instalación, en primer lugar, se respetaron los muros existentes, empleando inhibidores de corrosión durante la preparación y llevando a cabo un recálculo estructural para garantizar su integridad. Se limpiaron los muros de impurezas utilizando equipos especiales de limpieza por agua a presión y se repararon las fisuras. Además, se realizaron determinaciones de la velocidad de corrosión y se implementó un sistema de seguimiento continuo.
Las plantas se dispusieron sobre módulos de centro con bisagras, optando por un sistema semi-hidropónico para su cultivo. La selección de las especies vegetales se realizó considerando factores como el clima, la durabilidad y la disponibilidad, adquiriendo las plantas en Países Bajos debido a su disponibilidad en gran número y su calidad paisajística.
En cuanto al riego, se instalaron varias líneas en horizontal y se incorporó una estación meteorológica para la monitorización de parámetros ambientales y contaminantes, comparando datos con otras áreas de la ciudad. Se llevó a cabo un estudio exhaustivo de las capacidades metabólicas de las especies vegetales, evaluando su eficacia en la absorción de contaminantes atmosféricos en un entorno controlado.
Además, se colocaron sensores de corrosión en el hormigón para detectar y prevenir posibles daños estructurales. Este enfoque multidisciplinario, que combina aspectos de arquitectura, ingeniería estructural, horticultura y ciencias ambientales, garantiza la eficacia y seguridad de los jardines verticales en muros y fachadas de edificios, consolidándolos como una solución sostenible y estéticamente atractiva para entornos urbanos modernos.