Así es: acorta a la mitad los plazos de construcción y, por tanto, la entrega de los inmuebles. Si ahora el tiempo medio de construcción tradicional está entre 18 y 24 meses, con la fabricación se pasa a unos 9 a 12. De momento, son seis las promociones -109 viviendas- las que se construyen en varias plantas, como la de Seseña (Toledo). La inversión de estos proyectos, incluidos los costes de fabricación y suelo, roza los 35 millones de euros.
El proceso de fabricación es similar al de la industria del automóvil: se ejecuta por profesionales especializados en cada disciplina, lo que aumenta de forma significativa el control y, por tanto, la calidad de la vivienda. Fabricamos los módulos de la casa en una moderna línea de montaje y, en paralelo, realizamos la cimentación en el solar. Con esto conseguimos pasar de un proceso secuencial (tradicional) a uno simultáneo (industrial). Finalizadas la fabricación en cadena y la cimentación del terreno, los módulos de la casa se trasladan e instalan en su emplazamiento definitivo en el solar. Este proceso requiere de una logística compleja, con grúas y medios auxiliares de elevación y, en algunos casos, transportes especiales por carretera
