Algunas empresas de construcción se enfrentan a un desafío importante: gestionar eficientemente los residuos de hormigón generados en procesos como la limpieza de hormigoneras o el desencofrado. Estos residuos, muchas veces de alta calidad, representan no solo un problema ambiental, sino también un coste significativo para las empresas. Para ilustrar su magnitud, una planta de tamaño mediano puede generar más de 1.000 toneladas de residuos al año!.
La retirada de esos residuos implica un doble coste para las empresas: el económico, asociado al transporte y gestión en vertederos, y el ambiental, debido a las emisiones de CO₂ y al uso ineficiente de recursos naturales. Implementar un sistema de reciclaje in situ, suele representa una inversión inicial mínima que puede ser rápidamente amortizada gracias a la reducción de estos costos.
Sostenibilidad del proceso
El producto del proceso de reciclaje es un árido reciclado cuyo aprovechamiento contribuye a disminuir la extracción de materiales vírgenes, conservando recursos no renovables.
En el contexto actual de creciente demanda de reutilización de residuos y de sostenibilidad en el sector de la construcción, esta gestión eficiente se posiciona para muchas empresas como un aspecto clave para reducir tanto el impacto ambiental como los costos asociados.
Caracterización y Evaluación
El aprovechamiento de estos materiales no es un proceso improvisado. Requiere una rigurosa caracterización de las materias primas y nuevos materiales generados, evaluando propiedades críticas como la granulometría, densidad, resistencia y contenido de contaminantes. Estos parámetros determinan la calidad del árido reciclado y permiten establecer el porcentaje óptimo de sustitución en mezclas de hormigón.
Entrando más al detalle, algunos estudios han demostrado que hasta un 20-30% de áridos reciclados puede incorporarse sin comprometer significativamente las propiedades mecánicas en aplicaciones estructurales de menor exigencia, o incluso en prefabricados no estructurales como bordillos o adoquines. Sin embargo, hay que evaluar cuidadosamente cada material para garantizar el buen desempeño del producto final.
Conclusión
La integración de residuos de hormigón reciclados en procesos productivos no solo es viable, sino esencial para avanzar hacia un modelo más sostenible en la construcción.
En CTCON llevamos más de 20 años ayudando a empresas del sector con estudios de este tipo, que afortunadamente las nuevas políticas medioambientales hacen cada día más frecuentes. Como se ha visto, estas prácticas no solo contribuyen al cuidado del medio ambiente, sino que también optimiza recursos y genera beneficios económicos tangibles.
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